David Rivas Domínguez Las Edades del Hombre

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David compagina su labor docente y compositiva con las presidencias de la Asociación “Ramos Carrión” de Zamora y la Asociación Musical “López Cobos” en Toro, además de viajar como director y compositor invitado a lo largo de toda la geografía nacional.

Obra encargo de la Fundación Las Edades del Hombre dividida en 8 capítulos basados en la idea del alfa y del omega, de lo humano y lo divino:

In principio erat verbum: “Al principio era el verbo”. Este primer movimiento es una clara alusión a la palabra de Dios. Primero fue la palabra. Después el verbo se convertiría en carne. Movimiento solemne, con alusiones al canto gregoriano y con una atmosfera de misterio.

Et quod caro factum est: “Y la palabra se hizo carne”. Sería la continuación de la palabra de Dios. Un tema más “humano” y menos espiritual será el eje central de este segundo movimiento.

In terrenum autem infirma: Se podría traducir como “lo terrenal es débil”. Esta danza es una clara alusión a la debilidad del hombre y lo fácil que es sucumbir ante la tentación.

De animis sinceris: “Acerca de las almas sinceras”. Esta cuarta sección sería un guiño a lo elevado del espíritu. Para ello, se recurre a un tema delicado, muy expresivo, y carente de una gran orquestación.

Est levis terra: La traducción es algo así como “que la tierra te sea leve”. Lo material y lo terrenal es efímero. Es una alusión al paso del tiempo inexorable. Un lento muy sentimental nos trasladará hacia esta idea, donde el oboe presentará el tema lleno de profundidad.

Animus inconstans: Esta sección, zona inestable de la obra, es una clara alusión a las dudas ante la religión, a lo inestable de nuestro pensamiento, a las dudas del hombre ante Dios.

Irrationales omnes: Una danza final que se traduciría como “todos somos irracionales”. Sería una dicotomía entre lo espiritual y lo terrenal. Es una descripción musical de lo irracional de las pasiones.

In fine erit aeternitas: “Al final será lo eterno”. Esta sección es un gran coral final. Es un canto de redención, de resurrección. El triunfo de Dios ante los hombres.